Isla de San Giulio

En el corazón del Lago de Orta se encuentra la Isla de San Giulio, diminuta y encantadora, de apenas 275 metros de largo. Envuelta en una atmósfera intemporal, es un lugar donde naturaleza, espiritualidad e historia conviven en perfecto equilibrio.

Según la leyenda, fue San Giulio, misionero griego del siglo IV, quien la alcanzó cruzando el lago sobre una capa para liberarla de dragones y serpientes, símbolos del mal. Aquí fundó su centésima iglesia, núcleo original de la actual basílica románica, famosa por su precioso ambón de serpentino esculpido el siglo XII. Junto a la basílica se encuentra el ex seminario, hoy Monasterio Mater Ecclesiae, habitado por una comunidad de mojas benedictinas dedicadas a la oración, el estudio y la copia de textos antiguos, guardianas silenciosas de la dimensión espiritual de la isla.

El silencio es parte esencial de la experiencia. No hay coches ni demasiadas tiendas, solo antiguas viviendas, huertos y vegetación exuberante. A lo largo del perímetro se desarrolla el “Sentiero del Silenzio e della Meditazione” (“Sendero del Silencio y la Meditación”), un recorrido circular salpicado de breves textos inspiradores que invitan a la reflexión.

Se llega a la Isla en barco desde Orta San Giulio. Una vez desembarcado, se tiene la sensación de cruzar un umbral; aquí el tiempo se ralentiza, las palabras se hacen escasas y la mirada se abre a la serenidad, visitar la Isla de San Giulio significa entrar en contacto con un lugar íntimo e intenso, capaz de hablar al corazón con la fuerza discreta de la belleza y la fe.

Dove ti trovi

mappa
griglia