Aunque no se conocen a ciencia cierta realmente sus orígenes, en 1993 se encontraron vestigios de un antiguo oratorio románico que se puede datar entre los siglos XII al XIII. Si se sabe que durante el siglo XVI se amplió el oratorio y se construyó una nueva capilla donde fue pintada la imagen de la Santísima Trinidad, obra de un pintor de origen lombardo desconocido. Pronto se convirtió en objeto de gran devoción popular.
Hacia el año 1590 se decidió reconstruir el conjunto arquitectónico cambiando la orientación de la iglesia y conservando la capilla de la Santísima Trinidad.
El nuevo santuario se completó sobre el año 1608 y el campanario fue construido en 1659. En cambio, su fachada porticada pudiera ser que se construyese en la segunda mitad del siglo XVII.
Sobre el altar mayor hay un retablo pintado por Camilo Procaccini y su taller, que representa a la Coronación de la Virgen (1610 – 18 ca.). El retablo está enmarcado por un refinado marca de estuco, con ángeles músicos, realizado en la segunda década del siglo XVII.