La capilla, encargada por la familia Gilardoni de Volesio, debió ser construida a finales del siglo XVII. Las siete estatuas son obra de Agostino Silva y su taller. El verdugo que ata a Cristo a la columna tiene un bocio pronunciado y sigue un tipo fisonómico recurrente en los Sacromontes de Varallo y Varese. Los frescos, de un maestro desconocido, perfilan un trasfondo con arquitecturas y paisajes.